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Historia de la Cerámica

El Origen de la Cerámica tuvo lugar hace muchísimo tiempo, quédate y averigua como fue la Historia de la Cerámica.

La palabra "Cerámica" deriva del Griego. Para algunos tuvo su origen en el nombre de "Ceramos", hijo de los dioses "Ariadna" y "Dionisio" de la mitología griega, a quien los helenos atribuyeron el invento de la alfarería. Sin embargo, para otros simplemente viene de "Keramiké", que significa arcilla.

La cerámica lleva usándose desde hace miles de años, ya en la época neolítica la cerámica era un arte muy rudimentario. No había esmaltes, ni dibujos. Más tarde, el hombre comprendió que un objeto útil podía ser también bonito. Fue entonces cuando aparecieron los primeros barnices, que también sirvieron para impermeabilizar los objetos. Surgieron así las vasijas esmaltadas de los sumerios y las ánforas decoradas de los egipcios. En Mesopotamia fabricaban ladrillos policromo para revestir los frente de sus palacios.

-Ver nuestra sección de Vasijas

-Ver nuestra sección de Ánforas

En oriente, tres mil años antes de nuestra era, los chinos cultivaban este arte, pero no solo con fines utilitarios. Esmaltaban, adornaban y esculpían por placer. La porcelana nació en china, que más tarde en el siglo XVI fue descubierta por navegantes portugueses y la trajeron a Europa.

En el mediterráneo, en el segundo milenio antes de Cristo apareció el torno, que en aquel entonces estaba accionado con un pedal. Ya que los griegos aprovecharon la experiencia de sus maestros, los ceramistas asirios y caldeos. En las islas de Creta, Tirinto, Atenas y Samos se fabricaron ánforas y copas que eran verdaderas obras de artes, decoradas con paisajes marinos. La cerámica hallada en los palacios de Cnosos y de Faisto es sorprendentemente moderna.

En Italia, los etruscos estaban muy adelantados en este arte, que también fue muy apreciado por los romanos.

Los musulmanes enriquecieron la alfarería con dibujos y colores nuevos. La cuerda seca fue una de las técnica que desarrollaron, muy decorativa, aplicada a azulejos. Hacia trescientos años que los árabes de España conocían el barniz, o vidriado plomífero, una técnica esencial para vidriar cualquier objeto cerámica.

Entonces comenzó la fabricación de vajillas, tiestos y azulejos, que dio origen a la loza común actual. Esta técnica enseguida fue imitada por otros artesanos pasando así a Italia y Alemania. 

Además, cuando Colón llego al nuevo mundo, los indígenas de América conocían la alfarería y los esmaltes, esto incluso podían compararse con las obras artísticas de la antigua civilización mediterránea.

Cualquier objeto de cerámica que veamos, nos habla de las personas o civilización que lo realizó o usó. La técnica, la pasta, la forma y la decoración nos permiten conocer las necesidades tanto funcionales como estéticas, la situación económica, el nivel cultural, el desarrollo tecnológico y al grupo social al que perteneció, así como sus necesidades expresivas e incluso nos puede llegar a hablar de sus relaciones con lo divino. Viene a ser un fiel reflejo de su creatividad y de su evolución, de su desarrollo técnico, testigo de sus costumbres, de sus ideas, de su concepción religiosa y de sus obsesiones.

La alfarería y los mitos creadores se encuentran unidos al origen de la vida y al origen del hombre por medio de relatos de numerosas religiones y mitologías de antiguas culturas en las que se explica el nacimiento de los seres humanos efectuados por dioses creadores que ejercen de alfareros.

Así decimos que la cerámica constituye una de las manifestaciones artesanales e industriales más antiguas y características de la especie humana.

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